M: ¡Yo tengo dos preguntas! Uno, ¿cómo se hizo la vida? Dos, ¿cuántos colores existen en el mundo?
N: ¡Yo sé cuántos hay!
J.B: ¡Yo también! ¡Son como un millón!
V: Y, deben ser como, ¡como 700! Porque mirá, solo en los árboles ya tenemos dos colores que crecen todo el tiempo y entonces son un montón: el verde y el marrón.
Los demás, desordenados: ¡Sí! Y también hay hojas de otros colores: amarillo, naranja, rojo, marrón...
V: ¡Y distintos marrones y distintos verdes!
F: ¡Y los que no conocemos!
V: Claro, porque están en otros países, como la Torre Eiffel, que está en París...
Yo: Sí, pero además hay colores que no vemos...¿sabían que los perros sólo ven blanco, gris y negro? (WOOOO) Seguramente hay otros animales que ven más colores que nosotros...
B: Como los gatos...
Yo: ¿Por qué los gatos?
V: Y, porque si los perros ven blanco y negro, los gatos deben ver más colores.
N: ¿Cómo nacen los gatos? ¡¿Y los sapos?!
F: ¡¡Yo séeeee!! ¡Porque en mi casa hay huevitos y nacen unas pelotitas negras que están en el agua y después les crece la cabeza y son sapos!
B: ¡Yo sé cómo nacen las mariposas!
(Y así siguieron un rato, mientras yo pensaba lo muy poesía que son)...