Miramos en las compus un programa que muestra distintas cosas a escala, desde un átomo hasta el universo todo. Vemos cómo el hombre desaparece enseguida y volvemos a los infinitos dentro de infinitos. Se pasa la hora antes de que podamos completar nada de lo que había preparado.
Cuando me quiero dar cuenta, hay varios callados mirándome con la boca abierta y los ojitos brillosos.
Qué lindo es dar clase.